Tras haberme ausentado varios días, vuelvo a mi blog, para escribir sobre un par de ideas o pensamientos que rondan mi cabeza.
Cuando uno ingresa a la facultad de arquitectura, escuchas en los primeros ciclos, quizas unas pequeñas frases sobre los clientes en relación a los arquitectos. " Si, que con los clientes no se puede!, que te cambian todo, que quizas es la lucha mas fuerte del arquitecto por defender su proyecto; pero no caes en cuenta de ello, hasta el día en que te toca enfrentarte a tu primero.
Hoy descubrí, que el cliente no busca en el arquitecto, a una persona que le ponga un par de ladrillos, BIEN COLOCADOS, un buen acabado, una iluminación increible, y deje su casa con un estilo de primera envidiado por todos los de la curadra. Si, está bien, todos queremos una casa bonita, pero lo que buscamos es alguien que nos de confianza, porque lo que se entrega no es tan sólo un par de ideas para componer tu HOGAR, se entregan vivencias, y abres parte de tu corazón, haces que el arquitecto te conozca un poquito más, y pase la barrera del negocio; pues es tan solo pasando esa barrera, que logra hacerte LA CASA A TU MEDIDA.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo, el cliente no es el enemigo, debemos conectarnos con el , tratar de entenderlo al 100%, ponernos en sus zapatos, porqué es la única forma de lograr relaciones a largo plazo, cuando un cliente quiere una casa, me inmagino, y el arquitecto le da lo que quiere, se creará una relación, amor/admiración/agradecimiento de porvida, porque le diste justo lo que él quería, le diste el lugar donde pasará el resto de su vida, o el espacio de sus primeros años de matrimonio, el cliente es la pieza más preciada y hay que cuidarlo. Ahora, nadie dijo que era fácil, en la villa del señor podemos encontrarnos con millones de tipos de clientes, pero junto con trabajar para ser un buen profesional hay que trabajar también, de igual manera, encontrar el equilobrio entre un indeciso y el que cree que lo sabe todo.
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